Será sobre la pared de un edificio, para disfrutar desde los balcones. Siguiendo el sello del espacio creado por el cineasta Carlos Müller, los habitantes de la zona podrán ver rarezas en 16mm. La transmisión se podrá seguir en vivo.
El Cineclub Dynamo, creado por el cineasta marplatense Carlos Müller, cumple 15 años de vida. ¿Cómo celebrar un emprendimiento que se basa en el encuentro, en la reunión de varias decenas de personas en un lugar cerrado para disfrutar de su gusto por las películas en épocas de pandemia?
Quienes viven en los alrededores de Gascón y Corrientes podrán disftrutar de la proyección desde sus balcones o ventanas.
Müller organizó una variante de una de las experiencias que ya probó en Buenos Aires: la proyección del material sobre la pared de un edificio.
Por ello hoy, lunes 25 de mayo, a 15 años del primer encuentro en Mar del Plata del Cineclub Dínamo, el cineasta se acomodará en una terraza para proyectar, a partir de las 19, sobre la pared de un edificio de Gascón y Corrientes, una serie de rarezas filmadas en 16mm.
Será un espectáculo que los vecinos de la zona podrán disfrutar desde sus ventanas y balcones y, quienes no vivan en las cercanías podrán seguir en vivo por redes sociales.
Mientras organizaba todos los preparativos para este particular festejo que, a la vez, será una prueba de estrategias para abordar la nueva realidad, Müller contó los orígenes de Dynamo y adelantó algo de lo que se podrá ver hoy.
– ¿Cómo surgió el Cineclub Dynamo?
– El Cineclub Dynamo surgió de la cinefilia. Estudiaba en la Enerc y ya en primer año filmábamos en 16 mm con una cámara a cuerda. Siempre me gustaron los formatos fílmicos y analógicos. Una cosa llevó a la otra. El coleccionista Albino González me prestó un proyector Kodak del año 29 y unas películas. Me encantaba el proyector pero rompía mucho las películas que conseguía y era mudo. En cuanto pude me compré un proyector sonoro y mucho más moderno, un Bell & Howell 2592, también de formato 16 mm. Luego, claro, tenía que usarlo. Entonces le pedí películas a la Cinemateca del Instituto Goethe y me dijeron que no prestaban películas a particulares sino a instituciones y cineclubes. En poco tiempo organicé un cineclub, el Cineclub Dynamo, que hizo su primera función en Mar del Plata el 25 de mayo de 2005. Se proyectó Nosferatu de Friedrich Murnau.
Uno de los tantos encuentros pre-pandemia del Cineclub Dynamo.
– ¿Cómo ha sido su recorrido en Mar del Plata y en Buenos Aires?
– A pesar de que las funciones comenzaron en Mar del Plata yo vivía en Buenos Aires. Al poco tiempo empecé a hacer funciones también en Buenos Aires, donde el cineclub tuvo muchas sedes y tiene aún muchos habitués. Hasta la pandemia hacíamos funciones semanalmente y cada uno o dos meses viajaba a hacer funciones en Mar del Plata. El cineclub en ambas ciudades tiene su público y hay mucha gente que lo sigue. Creo que se valora mucho que es un lugar de encuentro y también el poder ver cine en fílmico, no solo porque es algo que ya casi no se ve sino porque realmente crea un ambiente muy distinto al de las proyecciones en digital. En Mar del Plata organizamos las funciones conjuntamente con el Espacio Cultural Bronzini.
– ¿Cómo va a ser el festejo en este contexto particular? ¿Qué vas a proyectar?
– Vamos a proyectar distintas rarezas en 16 mm. Lo importante va a ser el programa. Se verá una imagen de gran tamaño sobre el escenario urbano (El perfil del edificio de Gascón y Corrientes). El programa constará de imágenes de Mar del Plata y un carnaval en laguna La Brava en 1929, cortos de Chaplin, cortos de la NASA y dibujos animados argentinos del 40, todo proyectado sobre el gran paredón del edificio para que los vecinos puedan verlo desde sus balcones. También estamos analizando hacer un “vivo” y que los amigos del cineclub puedan acompañar la función desde sus casas. Tras la proyección haremos una reunión por Zoom para compartir virtualmente una copa de vino con varias personas importantes en la trayectoria del cineclub.
– ¿Es un disparador para re-pensar formas en las que volver al arte, a los hechos culturales adaptados a la nueva realidad? ¿Has estado pensando otras opciones?
– En lo que hace al cineclub no queda otra que readaptarse. Aquello de una sala con 50 o 100 personas una muy cerca de la otra no parece ser algo que vaya a volver muy pronto. Vamos a seguir haciendo este tipo de intervenciones urbanas en distintos espacios de Mar del Plata. También queremos, cuando el clima acompañe, hacer proyecciones en espacios abiertos. Creo que las plazas van a ser una opción aceptable antes que las salas. Paralelamente vamos a hacer cineclub virtual. Se presentará una película, se compartirá el link para verla y luego de verla, nos reunimos virtualmente para hablar. Es momento de usar la imaginación y generar propuestas que se adapten a este tiempo, no queda otra.
Una de las proyecciones realizadas por Müller en Buenos Aires.